En general solemos respirar con los pulmones y no con el diafragma (el músculo que divide el tórax en dos: en la parte de arriba el corazón y los pulmones y en la de abajo las vísceras) es un músculo muy potente pero no existe voluntad en su uso. Su activación se comprueba de una manera indirecta porque cuando el pulmón se llena tiene la limitación fisiológica de las costillas y hace que la barriga sobresalga y se expanda. En realidad son los músculos abdominales (recto del abdomen y oblicuos) los que controlan que el diafragma no vuelva a su posición inicial rápidamente.
Los siguientes ejercicios nos ayudarán a controlar el soplo y a ejercitar la musculatura implicada en la respiración:
- UBICAR EL AIRE: Sentados, plegar el cuerpo sobre las rodillas y detectar zonas de expansión y que los hombros no se mueven. Tomar la mayor cantidad de aire que podamos y exhalar despacio haciendo un sonido "como de serpiente" (tss), el objetivo es durar la mayor cantidad de segundos que podamos siempre con el mismo ritmo.
- Nos acostamos en el suelo mirando hacia arriba con las piernas estiradas y los brazos pegados al cuerpo. Comenzamos a inspirar y espirar de forma natural, sin forzar la musculatura y observando como en esta posición el diafragma se acciona de forma automática. Pasados 2 o 3 minutos nos colocamos un libro grande a la altura del vientre y comenzamos a trabajar la respiración de forma consciente, inspirando con normalidad y espirando muy poco a poco. ver más
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